dijous, de setembre 25, 2008

New York 2.0

7.30 de la mañana, suena el despertador, salto de la cama y…. grito "BUENOS DIAS NUEVA YORK" por la ventana, jajjaja, no me han contestado nada.

Hoy el día ha sido más guiri que el de ayer. Hemos salido del hotel directas a comernos unos bagels en una tiendecita de aquí al lado. Con las fuerzas a tope hemos pillado la línea 6 hasta City Hall con intención de bajar directamente al Finantial, pero un pequeño fallo de orientación nos ha llevado a un parquecito donde había un montón de asiáticos haciendo Tai Chi. Estábamos en pleno China Town, después de una charla con un ciclista del parque hemos callejeado por el barrio hasta llegar a Canal Street lleno de perfumes, bolsos, Prada, Guccis… y iPhones desbloqueados. Una chinita nos ha ofrecido todo tipo de marcas de bolsos y la hemos seguido hasta una especie de galerías xungas, de ahí ha abierto una puerta camuflada que daba a un altillo donde estaba lleno de toda clase de bolsos. Después de esos regateos que tan poco me gustan mi madre ha pillado un Gucci y un Chanel, más feliz que ná.



Luego hemos bajado a la zona financiera. Primero hemos visitado Sant Paul’s Church, una iglesia justo al lado de la zona cero que sirvió de refugio a los cuerpos de seguridad durante los días posteriores al 11S, allí dormían, descansaban y recibían servicios varios. Eso ha hecho de St Paul un santuario dedicado a los bomberos y policías que trabajaron o que fallecieron en el 11S. Ya ni siquiera parece una iglesia. Varios carteles cuentan historias y anécdotas referida a esos días. policías y bomberos de todo el mundo dejan allí sus escudos de ropa en señal de apoyo, desde la Policía Nacional, mossos d’escuadra, la urbana de Barcelona, de Málaga y un largo etcetera y se amontonan justo a la entrada. Una de las anécdotas que mas me ha llamado la atención era el donación de una casa de crema de cacao para los labios y de vicks vapor up a los cuerpos de seguridad.







Saliendo de la iglesia hemos dado una vuelta por la zona cero. Hace casi 15 años tuve la oportunidad de subir a una de las torres gemelas, ahora no hay nada. Y hace ya 7 desde el atentado pero cuando estas allí y se te pasan las imágenes por la cabeza… ufff aun se me pone la piel de gallina. La zona cero sigue siendo un espacio en obras con miles de grúas trabajando.
Seguimos bajando por Manhattan hasta Wall Street y el NYSE (la bolsa) que también visité hace años. Ahora por razones de seguridad esta prohibida la entrada a los no trabajadores. La verdad que toda la zona financiera esta plagada de polis por todas las esquinas, parece una ciudad en estado de sitio.




Cuando hemos llegado al NYSE había mogollón de prensa esperando la salida del que finalmente he llegado a la conclusión era un político alemán.
Con mi alma de reportera dicharachera me he mezclado entre los periodistas para sacar unas fotos con la cámara alzada, más por la gracia que me hacia el tumulto periodístico que por el político en si.



Finalmente hemos llegado hasta Battery Park, donde hemos estado haciendo unos singings con un trío que estaba cantando por allí.




Impresionante el dispositivo de seguridad del Ritz Carlton, totalmente acordonado, ya que es donde se hospedan los mandatarios que están en la ciudad por la reunión de la ONU.
Vueltecilla con el ferry de Staten Isalnd para ver el skyline de NY y la estatua de la Libertad. Era a penas mediodía y me empezaban a flaquear las fuerzas, pero unas risas a base de ver a mi madre intentar manejar la Pentax a ver si yo salían en alguna foto me ha reanimado.

De vuelta hasta el City Hall para poder atravesar el puente de Brooklyn a pie, uno de los más emblemáticos de la ciudad. Al llegar al extremo, sólo pisar Brooklyn te recibe un enorme edificio de los testigos de Jehová (menudo peazo de edificio). Hemos paseado por el Dumbo, comprado bombones en una tienda de chocolates, visitado un par de librerías que incluían exposiciones fotográficas, visto el gimnasio donde se entrenaba Jake LaMotta (inmortalizado en la película Toro salvaje) y dado una vuelta por un par de salas de las Front street Galeries.




Por fin tocaba la hora de la cena, un taxi conducido por un guineano nos ha llevado hasta Williasmburg mientras veíamos a la comunidad de judíos ortodoxos residentes en Brooklyn.




Finalmente hemos llegado al Peter Luger Steakhouse, sitio que tenia en mente ir desde hace al menos tres años. Supuestamente los mejores steaks de todo NY. Después de esperar una hora para tener mesa….. Merece la pena mmmmm de lujo!!!