diumenge, de setembre 21, 2008

El ciclista de rojo

El fin de semana ha sido algo diferente a lo que me esperaba, pero ha tenido algún punto inusual.
La fiestecita en casa de David estuvo muy bien, ya es todo un clásico en la agenda, pocos son los que ceden su casa para celebrar cosas y quiero aprovechar desde aquí para agradecerle su amistad y su apoyo en todo momento, hay pocos como él. Tu eres el 10! Y espero que pronto se te cumpla el deseo vox pópuli de antes de soplar las velas ;)


De allí unos cuantos se fueron a la Mercé, yo preferí una “reunión” delante de unos gin-tónics y cokes en el Irlandés, el que había sido punto de reunión durante muchos años (hacia mogollón que no iba) Hablar de la vida, de la gente, de las ilusiones por conseguir y las ilusiones rotas de unos y otros. Grandes charlas hasta las 3 de la mañana con amigos de los que siempre han estado y siempre seguirán.


El toque freak del fin de semana lo ha puesto mi hermanisimo…. A las 3 pasadas de la tarde me llama mi padre preocupado que mi hermano no contesta al teléfono, que ha salido de ruta solo en bici a las 9 de la mañana y que supuestamente hacia la 1 debía de haber vuelto a casa, que me fuera para Sant Quirze a dar una vuelta a ver si lo encontraba. Cuando he llegado allí ya estaban llamando a los mossos. Yo veía a toda mi familia muy preocupada, yo tengo la virtud o el defecto de que nunca creo que nada malo va a pasar, así que me lo he tomado con filosofía. Aunque al ir pasando el rato y él seguía sin dar señales pues me han contagiado un poco ese nerviosismo.
He enfilado la carretera de Rubí por donde empezaba la ruta, aunque no tenia ni idea de por donde había caminos por los que pudiera encontrarlo. Me he acordado de los tropo cientos blogs que leo donde cada día explican sus aventurillas btt y he acabado acudiendo a quien creo no debía (sorry, pero me he dejado contagiar de la histeria familiar)

Casi a las 5 de la tarde lo he encontrado pedaleando tan feliz… que hasta me ha dado pena la bronca que le esperaba en casa jaaja, con lo contento que él estaba de la ruta que se había currado!! Pobre, cuando finalmente ha decidido que subía al coche me iba dando a mi las explicaciones, y aunque yo le decía que a mi no tenia que contarme nada, sólo pensaba “es que cuando llegue a casa nadie me va a dejar hablar, no he oído el teléfono y he perdido la noción del tiempo xk me lo estaba pasando en grande”

Por suerte todo ha quedado en nada, los mossos estaban ya preparando una batida para encontrar al ciclista de rojo.




PD voy a empezar a hacer las maletas!! Sólo me queda un día de curro.