dilluns, de juliol 28, 2008

Turistas y viajeros

XAVIER MORET (El Periódico de Cataluña, 28/07/08)



No falla: en todo debate sobre viajes, siempre hay alguien que tarde o temprano te pregunta: "¿Te consideras turista o viajero?". La respuesta más sincera es que hoy en día casi todo el mundo es turista, y que viajeros puros y duros quedan muy pocos, si es que quedan.
Con esto debería bastar, pero como la gente quiere obtener respuestas más largas, siempre se puede recorrer a la famosa cita de Paul Bowles, que escribe en su novela El cielo protector: "No se consideraba un turista; él era un viajero. La diferencia radica, en parte, en el tiempo, explicaría. Mientras que el turista, en general, se afana en volver a casa al cabo de unas pocas semanas o meses, el viajero, que no pertenece más a un lugar que a otro, se desplaza con lentitud durante años de un punto a otro de la Tierra".
Así pues, un turista, según Bowles, no es más que un viajero con fecha de caducidad; es decir, con el billete de vuelta en el bolsillo. Aunque seamos francos: pocos viajeros hay actualmente que den vueltas por el mundo sin saber cuándo regresarán a casa.
Puestos a remachar el clavo de los viajeros, Gilbert K. Chesterton escribió: "El viajero ve lo que ve; el turista ve lo que ha ido a ver". Diría que la acierta por completo; más que una cuestión de si somos viajeros a jornada completa o plazo fijo, la actitud es la que define al viajero.
El turista siempre va con la guía en la mano, un programa apretado y deberes pendientes (museos, monumentos, catedrales, etcétera), mientras que el viajero se deja tentar por lo imprevisto y sabe improvisar sobre la marcha. Es decir: sabe ver lo que ve y no lo que ha ido a ver.



(Hace más de un año que tengo el libro a medias!!!)