26 horas sin electridad

Casi podría empezar el post de hoy con el mismo título que el anterior, la fecha de hoy y un signo de interrogación.
En pleno mes de julio de 2007 la red eléctrica de la mitad de la ciudad de Barcelona y alrededores ha caído, y no por un exceso de gasto energético, sino xk un cable de altísima tensión se ha desplomado y ha provocado una serie de fallos eléctricos (incluido un incendio en medio de la ciudad) que ha provocado un apagón sin precedentes en Barcelona.
Por supuesto que lo primero que sale de ti es pensar en lo tuyo, en este caso en la farmacia, el no poder pasar recetas, consultar un precio, el teléfono de algún paciente, etc. A medida que pasan las horas te preocupas por los medicamentos que tienes en la nevera, que necesitan refrigeración, en la inseguridad que da una puerta automática etc... y que no puedo ir al bar de al lado a tomarme un café mientras pasan las horas.

Luego piensas en hospitales, tienen generadores de emergencia, pero ya van muchas horas sin luz, en la gente enferma que esta en casa con ayudas de oxigeno etc.. La gente no lleva dinero en efectivo y no se pueden pasar tarjetas ni ir a un cajero a sacar dinero.
Hemos pasado mas de 26 horas sin luz, y a estas horas aun quedan barrios de Barcelona a oscuras.

La naturalidad con la que entras en una estancia y abres la luz, con la que abres un grifo y te sale agua caliente, abres la nevera para coger un poco de agua fría o apretar el botoncito del aire acondicionado se han desvanecido ayer y hoy.

Los teléfonos que solemos tener van a la red eléctrica, los ascensores, el metro, la puerta de entrada a un local, el ordenador, los mails, los interfonos, la tele o la radio para saber que esta pasando e incluso los repetidores de telefonía móvil dependen de la electricidad.
El problema no esta solventado, sólo han puesto un parche, una serie de generadores repartidos por el área metropolitana han permitido restablecer la electricidad.
Tengo la nevera de casa llena de medicamentos, he tenido que coger la típica nevera playera e ir a comprar hielo esta mañana para llevar a la farmacia unos cuantos de los medicamentos que sabia que necesitarían algunos pacientes hoy.

No sé si hay que buscar responsabilidades, no sé si se podía evitar, si la infrastuctura es buena o si todo ha sido culpa de una serie de fatales engranajes. Lo que si sé es que me planteo lo bien que vivimos, la poca importancia que le damos a apretar un botoncito y poder ver, a abrir la nevera y tener algo fresquito, a abrir un grifo y tener agua caliente, a coger un teléfono desde casa, desde el coche o desde la calle y poder hacer una llamada o apretar algún que otro botón y saber que pasa en el mundo (el botón de la radio, de la tele o del ordenador)