El viernes a mediodía salgo disparada de la farmacia para ir a buscar a la copi a Vilafranca y enfilar para Santander. Al llegar a Vilafranca Ana me está esperando y emprendemos el camino, todo bien hasta llegar a Bilbao donde hay un buen atasco, pero finalmente hacia las 21.30 llegamos a Santander. Después de dar unas cuantas vueltas damos con el hostal mimosa....
Dejamos las cosas y bajamos hacia el puerto para encontrarnos con Rafa y Apolonia que siguen en su luna de miel. Nos vamos a tomar unos vinos y algo de picar mientras esperamos a Benja y Paloma. Y después a buscar unas piruletas al Ventilador. Allí aparecen todos los de la organización. El sábado por la mañana quedamos en el
Restaurante Paraíso del Pas (Oruña de Peliágos)
Allí encontramos a los que faltaban, Iñigo, Andoni, Juan Carlos e Isabel, Joan ...... reparto todos los cds varios que tenia preparados, fotos de Soria, montaje Croacia, música .... también recibo alguno a cambio. Desayuno rápido y emprendemos la marcha, road-book en mano y emisora montada (gracias Benja otra vez). Es una ruta más lenta que la de Soria, con algunos cortafuegos de subida y de bajada, lo que hace que la ruta se relentice un poco, sobretodo si delante llevas a uno pisando huevos y hay que aprovechar la oportunidad para hacer la "operación alunizaje".
Las vacas pasean entre los mitsubishis y hasta me hacen sufrir que no lo rayen con los cencerros. Y de golpe se oye un catacrash y la gente me mira...... que hago preocupándome de las vacas!! Hijo de incauta!! una L me ha pegado un castañazo en la parte trasera de mi mitxu, snif, snif
La cosa da de si para que se rían un ratito de mí por la emisora, pero una ruta del club no seria lo mismo sin esos momentos de humor "radiofónico".
Parada para comer y volvemos al trote, no hay rock&roll, pero casi mejor, xk hubiera sufrido lo mío en alguna de las bajaditas.
Después de unos 100 km por la mañana y otros 100 por la tarde, llegamos a Santander con el tiempo algo pillado. Atasco en la ciudad y movida policial, coches de poli por un lado y otro, contra dirección y con cara de nervios. Uno de los polis baja del coche patrulla con un pedazo de arma que tira sin pudor en el maletero y se casca el chaleco anti-balas..... no tiene muy buena pinta, pero parece que al final queda en nada ( al menos que nos hayamos enterado). Llegada al hotel, ducha a toda pastilla y a la cena. Por supuesto después de cenar los mismos cafres de siempre vamos a por piruletas.
Al volver al hotel el ascensor se queda enganchado, ni sube ni baja, pequeño momento de nervios que se soluciona rápido.
El domingo por la mañana cuesta un poco más levantarse, pero las pistas esperan y vale la pena, en el desayuno alguno se queda pillado con la máquina de los zumos de naranja....
Vistas de la costa cantábrica, más pista y más reductora.
La vistas inspiran a algún piloto poeta “un mar de nubes que te cagas” jajjaja.
La ruta acaba en un restaurante de El cabezón de la Sal. Ultimo el parte y despedida y cierre (esta vez sin felicitación de Navidad)
La vuelta a casa se hace algo dura entre los atascos y los despistes, pero hacemos un bonito recorrido por todo el Euskalerria.
En resumen, todoterreno, los de siempre que se pierden, risas, gran compañía y grandioso fin de semana.