dimarts, de setembre 04, 2007

Verano del 2007

Una horita antes de cerrar el chiringuito se acercan a la farmacia Rache e Itzi provenientes del aeropuerto, listas y con maletas preparadas para pasar unos días en Pals gracias a la generosidad de Helia que siempre nos tiene las puertas de su casa abiertas.
En Pals nos esperan Helia y la Sanpero con ganas de fiesta, aunque la cena se alarga, un montón de charla y risas hasta las tantas.
El tiempo no nos acompaña demasiado, el viento sopla con ganas, el agua esta congelada y las sombrillas vuelan, alguna hasta mi espalda!!






Sólo pasé un par de noches compartidas con estas grandes amigas con las que sólo hay buenos momentos, comidas, cenas, playa, trivial, copas, birras y risas, sobretodo risas y cayó alguna de las apuestas, que casi empiezan a ser un clásico.

El jueves a mediodía se nos unen unos cuantos más para una paellita en la playa servida por Rafael (When the moon is in the Seventh House And Jupiter aligns with Mars...) después ya me bajo para Sant Quirze a cenar con mis padres que acaban de llegar de Galicia.

El viernes por la mañana desayuno con Don Alfonso :) (mi papi) y ya me preparo la maleta para bajarme para al Cabo..... Antes de salir de casa mi hermano ya me llama a ver por donde voy!!!
Carretera y manta, 20 llamaditas de Migue, buena música, gran coche y hasta el gorro de vigilar los limites de velocidad; Llego al Cabo a última hora de la tarde, a tiempo para el primer chapuzón en una de las mejores costas.



Llevo prácticamente cada verano bajando a Almería desde los 0 años, antes era durante todo el verano, ahora son menos días, una semana, 15 días dependiendo del año. Esa tierra tiene un encanto especial, sigue sin volcarse al turismo y aunque cada vez es más la gente que hay sigue manteniendo algo del espíritu del desierto almeriense y algo de virginidad.




Playas como Mónsul o los Genoveses se han convertido en autopistas de gente, incluso hay autobuses que te acercan a las playas, pero todavía quedan rincones escondidos donde puedes estar prácticamente solo y sentir el mar como en pocos sitios.





Una semanita de tranquilidad, levantándome pronto, aprovechando la playa, tomándome unos tintos de verano con sus tapitas, haciendo fotos y disfrutando de los enanos..... aunque eso que cada día a las 8 de la mañana de cada día de agosto te cojan la cara y te griten "que ja és de día!!!" Me ha costado un poco.


El viernes toca camino de vuelta, algo más pesado que a la ida, mucho trafico y mucha retención.... aunque queda tiempo para quedar con amigos a la que llego a Sabadell.