No suelo hablar de mi trabajo en este blog, ni de la opinión que me merece la industria farmacéutica y su relación con el colectivo médico o con el gobierno, pero entre ayer y hoy escuchando las noticias sobre si la píldora del día después debe venderse o no sin receta.......
La primera hipocresía es la de sacar al mercado un fármaco supuestamente nuevo para una necesidad que ya estaba cubierta por un fármaco anterior que vale la mitad (un anticonceptivo que adaptado en dosis tiene el mismo efecto que la PDD)
Anuncian que en breve la PDD se podrá adquirir sin receta médica en las farmacias españolas: y aquí protesta todo el que puede.
La verdad es que la única diferencia es pedírsela al médico o al farmacéutico, xk por las experiencias que he tenido con mis pacientes no hay reconocimiento por parte del facultativo médico.
Pero lo que más gracia me hace es la respuesta gubernamental: “no es más que un anticonceptivo” pero es que, señores, en este país los anticonceptivos necesitan receta médica!!
Es cierto que son muy pocas las farmacias que no dispensen los anticonceptivos sin dicha receta, pero es que estamos otra vez en las mismas: en la hipocresía, en que al sistema sanitario español no le interesa ocupar su tiempo en un tramite burocrático mensual en el que el médico de cabecera tiene que estampar su firma en una prescripción que probablemente ni siquiera ha hecho. Y que conste que el hecho de que los anticonceptivos no estén financiados por la seguridad social no los exime del requerimiento de la receta médica.
Así que al colectivo farmacéutico nos toca movernos en ese limite legalidad/ ilegalidad para no tener que tocar demasiado las narices a nuestros pacientes.
Y para que conste, no estoy juzgando si es una medida correcta o incorrecta. Sólo estoy juzgando la incongruencia y la hipocresía.
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