dilluns, de novembre 12, 2007

London_11_2007

El fin de semana en London se esta haciendo ya un clásico anual, empezó antes de que Marta viviera allí, pero ahora con más razón.
El viernes a la noche, al llegar a Heathrow Marta y Ed me vinieron a buscar y me llevaron a su nueva casita en Wimbledon que tienen previsto reformar en breve. Acabamos cenando a las dos de la mañana y mientras me explicaron sus proyectos para la casa, estoy segura que quedará genial!
Entre una cosa y otra nos fuimos a dormir taradísimo, así que el sábado acabamos saliendo de casa a mediodía con dos objetivos: dar una vuelta por Candem y mirar la posibilidad de comprarme un i-phone (sí, soy una envidiosa, que pasa? :)= ) Aunque al final no pudo ser, pero sigo en el intento….






La vuelta por Candem genial, un par de compras y buscar la tienda japo (kunpado) que me gustó la última vez, pero parece ser que la han cambiado de sitio, tendré que buscarla por internet para la próxima visita. Después de un té a la menta en una terracita de estilo magrebí pasamos por una mega tienda apple donde nos atendió el brain shaker, un chico muy simpático que nos tuvo allí un buen rato contándonos xk no debíamos comprar un i-phone y las maravillas del nuevo i-pod, quien sabe, igual es que tenia más comisión con el i-pod….


Después de encontrarnos con Ed cenamos en una especie de restaurante japonés de “farçallets” que exceptuando los jelly-fish, me parecieron todos buenísimos y sobretodo acompañados por los dos Long Island Ice Tea (hacia tiempo que los tenia pendientes)




A la noche tocaba fiesta de cumpleaños en un club del Soho. Pues eso fiesta, conocer alguna gente nueva, copas e insistencia de alguno vía sms.





El domingo dio tiempo para un brunch de eggs benedict y café en el starbucks y poco más, hacia el aeropuerto en el biplaza y por el otro lado, nunca me acostumbraré a eso de ir sentada a la izquierda de un coche e ir con las manos cruzadas.
La seguridad del aeropuerto de Londres una pesadilla, una sola bolsa, lap-top fuera, cámara fuera, sin chaqueta, sin zapatos, sin cinturón y siglos de espera.