dimecres, d’agost 03, 2011

Primeros dias de vacaciones 2011. Vacaciones Galicia 1.0



Domingo 4.30 de la mañana suena el despertador, es el precio que hay que pagar para poder estar a primera hora de la mañana en casa, bueno en la casa galega.

Al llegar me estaba esperando la caja de Orbea, con la tranquilidad de tener un back up line por si se me giraba más trabajo de lo normal. No fue tan difícil montarla, creí que costaría mucho más. Me di una vueltecilla de toma de contacto para acabar de ajustar el manillar y el sillín, una vuelta hasta el café para comer el pulpo de bienvenida familia con la y de vuelta al molino.

Después de una siesta recuperadora decidí ir hacer un poco de running. Correr por estos parajes no tiene nada que ver con la jungla de asfalto.

A los 5 minutos de salir me encontré un compañero que parecía amigable, a algunas personas les hubiera molestado per a mi me encanto encontrarme con un perro que actuaba como si fuera mi amigo del alma y me acompañó la mitad del camino.

Los caminos que había recorrido con Ariana en diciembre están ahora muy cerrados, llenos de hierbajos y difíciles de reconocer, así que el perro me iba indicando por donde pasar, cuando a él no le gustaba el tema se metía por el rio y yo acababa entre maleza con el camino cortado.

Eso fue la primera media hora, la verdad es que se hizo difícil correr, fue más un caminar a paso ligero buscando caminos.

A la media hora el chucho desaparecio y empecé a pasar por caminos más transitables. De golpe catacrock torcida de tobillo importante y al suelo , auchhh un minuto de recuperación y sigo. En subida hacia los robles sorteando zarzas y otros arbustos. Pasada la siguiente aldea, rodeando los prados aparece de la nada un peazo raíz y aterrizo de bruces dándome en las rodillas. En pie, unas risas de “que inútil soy” y sigo. 40 minutos y empezamos la vuelta en bajada. ….. si que están cerrados los caminos, allí parece que se puede pasar, a buen ritmo y de golpe….





Piernas, brazo, manos, todo lo que llevo descubierto tiene un trozo de zarza asesina clavado. Muy escandaloso. Casi cada año acabo con marcas de zarzas en las piernas pero esta ha sido un poco más gore.

Ahora estoy en una oficina de lujo escribiendo estas palabras, en un momento me acercaré a ver mis vaquiñas y subir el post.